Griñán, el de las tijeras mágicas

Los granadinos no sabemos a qué atenernos con respecto al año 2012. Proyectos cruciales para el futuro de la provincia en general, y de algunas de sus comarcas en particular, permanecen en las brumas de la indefinición del gobierno andaluz, que ya tiene claro que va a aplicar un recorte del 25% en la inversión pública, pero que no quiere decirnos en qué sí va a recortar y en qué no.

Son las tijeras mágicas: flexibles e invisibles de Griñán, que cortar cortan, pero nadie sabe donde ni cuando, salvo quién las maneja.

Es un retroceso democrático terrible. ¿democracia participativa? El PSOE de Andalucía no sólo va a gobernar sin  escuchar las prioridades de la ciudadanía (como ha sido su costumbre durante 35 años),  sino que, además, ha decidido hacerlo a nuestras espaldas, escondiéndole al pueblo soberano lo que piensa hacer con nuestro dinero.

En Granada, preocupa el futuro de proyectos de cuya ejecución depende la creación de  miles de puestos de trabajo, la supervivencia de pequeñas empresas y la calidad de vida de la población. Sin embargo, por muchas vueltas que le demos a los presupuestos, es imposible saber si el gobierno se compromete o no con ellos:
  1. La conexión ferroviaria Granada-Motril, de la que depende la competitividad comercial y productiva de media provincia.
  2. El futuro del centro de los primeros pobladores de Europa, en Orce. Un recurso para el turismo de interior en el Altiplano, que necesita 200,000 € de la Junta para poder edificarse, y evitar que se pierdan 1.300.000 € de fondos europeos.
  3. El transporte público en plataforma reservada para el Área Metropolitana, para acabar con el caos circulatorio en La Zubia, Huetor Vega, Cajar, Ogíjares, Cullar Vega, etc.
  4. La ampliación y mejora de la red de centros de salud: Ogíjares, Casería de Montijo, etc.
  5. Las canalizaciones de regadío de la presa de Rules. La puesta en regadío de 2.000 Hectáreas crearía unos 1.200 puestos de trabajo, respetando las zonas de interés ecológico.
  6. El Plan integral de la Zona Norte, para permitir salir de la exclusión a miles de granadinos y resolver la principal bolsa de marginación de la provincia.
  7. Los parques agrícolas de las Vegas de Granada, Loja, Guadix, Baza y Motril, que deben ser convertidos en áreas agrícolas de vanguardia, y no en solares con expectativa de urbanización.
  8. El desarrollo de áreas logísticas de distribución de mercancías. (por cierto, la memoria si detalla las obras en Jaén, Cádiz, Sevilla, Málaga, Almería y Huelva, pero para Granada mencionan que “se irán adquiriendo los terrenos” Tranquilos, no hay prisa. Sólo tenemos 130.000 parados)

De todo esto, ni una palabra dicen los presupuestos, de los que, por cierto, Pedro Vaquero presenta un agudo análisis general en su blog Tampoco dicen nada de recuperar la red de bibliotecas que la derecha está desmantelando por toda Andalucía, como padece el granadino barrio del Zaidín, ni de devolver su río a los vecinos de Cortes y Castril.

Todos estos puntos (y muchos más que podríamos poner, pero para qué), no son brindis al sol de IU. Es verdad que los hemos defendido durante años, con tesón. Pero es verdad también que, en algún momento (normalmente antes de elecciones) el PSOE los ha tomado como propios, y ha declarado estar dispuesto a impulsarlos. Es el caso del ferrocarril a Motril, incluido en el PISTA (Plan de Infraestructuras Sostenibles del Transporte en Andalucía); del centro de los primeros pobladores de Europa en Orce, apoyado solemnemente por el propio Griñán en electoral visita al municipio hace unos meses; del transporte público en el área metropolitana, incluido en el POTAUG hace ya una década; de los centros de salud o de las canalizaciones de Rules, etc., etc.

Pero ahora el gobierno andaluz sabe que no va a poder cumplir. Durante años se han negado a conseguir más ingresos para el estado (subiendo impuestos a las rentas altas, subiendo el impuesto de sociedades o persiguiendo el fraude) Ahora es tarde, y las administraciones están sin un duro.

La disminución en inversión pública va a ser tremenda. Al menos uno de cada cuatro euros (que luego será más), y no está la cosa como para retratarse mucho en plena campaña de las elecciones generales. Por eso, han decidido este método oscurantista de sacar grandes partidas sin decir donde se gastan. Para no tener que decir a nadie que no.

Por ejemplo: para construir institutos, la Junta contará como máximo para el 2012 con 49 Millones de Euros. Es decir, para hacer unos 8 o 9 IES. Esto significa que habrá al menos  40 alcaldes que no verán inciarse las obras del instituto en su pueblo, pero ¿Para qué darles el disgusto ahora? Se les dice que el dinero está ahí, que no pierdan la esperanza, que colaboren en la campaña... y de aquí a un año ya veremos. Y así con todo.

Hoy, en un debate con un inefable diputado del PSOE en la radio, este juraba y perjuraba que todo lo que Granada necesita está en los presupuestos, e iba desgranando obra por obra carreteras, trenes, metros, hospitales y escuelas ¿Cómo discutirselo? El presupuesto no dice nada. Ahí podría estar todo eso, nada o todo lo contrario.

En definitiva, el PSOE quiere que los andaluces recuperemos las tradiciones de nuestra tierra. Visto así, el presupuesto de la Junta se lee rápido: “El señorito hará en el cortijo las obras que quiera, que para eso los dineros son suyos”.

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