Ganemos para cambiar, no para consolidar el régimen

   La convocatoria de GANEMOS puede ser la más estimulante iniciativa de empoderamiento ciudadano que se haya dado en España desde que tenemos memoria.

     Se trata de hacer posible que, bajo la iniciativa de la ciudadanía hastiada, grupos ciudadanos, partidos políticos y movimientos sociales nos pongamos de acuerdo en cuatro cosas simples pero difíciles a la vez:
  • Un programa para cambiar nuestros pueblos y ciudades desde abajo.
  • Un código común de ética en la vida pública (más allá del que tengamos y vengamos aplicando en cada organización).
  • Un método radicalmente democrático para hacerlo todo antes y después de las elecciones.
  • Una candidatura de gente dispuesta a asumir la responsabilidad de "mandar obedeciendo"
     Desde IU, llevamos años soñando, personal y colectivamente con un momento así, y ya hemos dado pasos para hacerlo posible: lo primero, a través de miilitantes que se han implicado en potenciar, convocar, extender y aportar ideas y trabajo al movimiento. Lo segundo: posponiendo (desde el mes de julio que era la fecha prevista) la aprobación de programas y elección de candidatos a las elecciones ¿Por qué? porque preferimos que los candidatos y programa de GANEMOS sean el programa y candidatos que nos representen a todos los que queremos cambiar los ayuntamientos. Debemos sumar fuerzas para cambiar la realidad, que es para lo que estamos en política. Lo tercero, y más importante de todo, asumiendo que GANEMOS es un movimiento asambleario donde cada persona es un voto; un movimiento que debe permanecer como verdadero poder ciudadano de ejercicio del protagonismo político, después de las elecciones. Para controlar y dirigir a los representantes electos.
   La oportunidad, para la sociedad que lleva años de recortes, estafas, corrupción, despilfarro y burlas, es inmensa. No la desperdiciemos.
     Se trata de cambiar la sociedad, de consumar la caída del régimen bipartidista y facilitar (si no provocar definitivamente) la puesta en marcha de un proceso constituyente.
    En este momento, sólo un obstáculo aparece en el horizonte para que la iniciativa GANEMOS se convierta en una realidad para que de verdad GANEMOS. Y es la fórmula jurídica que se adopte. Si, como defienden algunos, se optara por la "agrupación electoral", se estaría renunciando, de partida, a cualquier representación en las Diputaciones Provinciales. En la práctica, la consecuencia inmediata de formar agrupaciones de electores es investir Presidente de la Diputación al candidato del PP de la mayoría de las provincias de España (y desde luego de la de Granada)
         La ley electoral es clara: sólo los partidos y las coaliciones de partidos pueden sumar votos para elegir diputados provinciales. Las agrupaciones de electores no cuentan y en el reparto, dejarían todo el espacio a los partidos tradicionales. Por lo tanto, GANEMOS sólo puede ser coalición con adscripción de partidos y ciudadanos. Nos guste o no (que yo comprendo que no guste)
     No es una decisión trivial. Las Diputaciones controlan miles de millones de dinero público. Mucho más desde que se remodeló la ley de administración local. Controlan servicios como la recogida y tratamiento de basuras, el agua, la política cultural, las carreteras provinciales, los servicios sociales, la promoción turística... que afectan a decenas de millones de personas. ¿Debemos dejarlas en las mismas manos que las han gobernado todos estos años, sólo porque pueda parecer más estético o acorde a unos principios formales?
     Más aún. Si se trata de dar un golpe al aparato de poder construido por el bipartidismo ¿Qué sentido tiene dejarle a ese régimen todas las Diputaciones? Si hay una institución que es necesario sanear en España son, precisamente, las Diputaciones. Nosotros siempre hemos defendido su desaparición. Pero, mientras tanto ¿se las dejamos para que sigan usándolas como hasta ahora? Se trata de miles de puestos de confianza, contratos a dedo, tratos de privilegio, subvenciones, ayudas y chanchullos para mantener una red clientelar basada en corruptelas; millones de euros para comprar las líneas editoriales de los medios de comunicación... ¿Se puede cambiar un país dejando todo ese poder en manos del régimen?

     Finalmente, pensemos en miles de pequeños municipios (más de 150 sólo en la provincia de Granada) de menos de 20.000 habitantes en los que vive más del 50% de la población española. Sus alcaldes (aunque sean de IU o de GANEMOS) no pueden mover un contrato, una obra o un servicio significativo, ni mucho menos dar en ello participación a la ciudadanía, sin contar con la Diputación ¿Vamos a entregar como ovejas al matadero a las poblaciones y alcaldes de estos municipios en manos del bipartidismo a través de las diputaciones? ¿Pero qué sentido de la responsabilidad política sería ese? Quienes vemos en la iniciativa ciudadana de GANEMOS un proyecto de largo aliento con la aspiración de cambiar el país, sabemos que este eslabón es necesario. Que hay que sumar al cambio, a la iniciativa de transformación a ese 50% de población que vive administrado por las Diputaciones.
     Con independencia de lo que pensemos desde IU. No creo que a ningún ciudadano independiente y que honestamente quiera cambiar las cosas pueda respaldar otra cosa que la única salida que nos deja la ley electoral: la coalición.

      Una cosa debe estar clara y lo digo como coordinador de IU en Granada: si GANEMOS se abre paso asumiendo el ser coalición electoral, esta debería ser sólo su fórmula jurídica instrumental. El movimiento, la iniciativa política asamblearia de base ciudadana debe seguir siendo siempre su verdadera naturaleza. De donde nace la fuerza para cambiar las cosas.
   

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